miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL PROFESOR FACILITADOR

El profesor facilitador es aquel cuya tarea fundamental consiste en guiar y ayudar a sus alumnos a conseguir sus objetivos y a alcanzar aquellos resultados de aprendizaje, previamente determinados, en forma de competencias básicas, personales, sociales y profesionales.

Ser profesor facilitador o profesor guía es más difícil que ser un profesor tradicional. Añadir ese rasgo diferenciador al papel estándar del profesional docente exige más tiempo, dedicación y compromiso con su alumnado. Asimismo, ser alumno en este contexto entraña, igualmente, una mayor dificultad. Es preciso que el alumno aporte, asimismo, responsabilidad, iniciativa, autodisciplina, esfuerzo y trabajo colaborativo para aprender, prescindiendo de la tradicional actitud, muchas veces pasiva, de mero receptor de contenidos.
Con un planteamiento de este tipo, la diferencia fundamental para el estudiante y para el profesor es que el proceso de enseñanza aprendizaje resulta más entretenido, interesante, atrayente, beneficioso y eficaz. Los alumnos trabajan en pequeños grupos en actividades que ellos mismos han ayudado a escoger y diseñar. El profesor facilitador reconoce necesidades de los estudiantes, tales como sentirse seguros en el grupo, apreciar sus intereses o valorar su trabajo colaborativo colectivo. En definitiva, el estudiante participa activamente en la toma de decisiones relativas al proceso de enseñanza aprendizaje que le afecta.
El profesor – facilitador utiliza una metodología en la que el alumno es el protagonista de su propio aprendizaje. Evita, por tanto, las clases magistrales en las que las explicaciones ocupan la mayor parte del tiempo, hablando el profesor y escuchando los alumnos, pasivamente.